
Soy terapeuta Gestalt, directora escénica, actriz e investigadora teatral.
Soy un cuerpo en búsqueda.
Una voz que investiga.
Una mirada que transforma lo cotidiano en escena.
Trabajo en la intersección entre el arte escénico y la psicología humanista, donde el teatro, la emoción y la conciencia se dan la mano. Desde ahí nace mi método: La Teatrocepción.

«LA Teatrocepción es ese lugar
donde lo que sientes se vuelve cuerpo.
Donde lo que callas encuentra voz.
Donde el arte se vuelve medicina.»
Me formé como actriz en la Escuela Superior de Arte Dramático de Valencia, donde conocí a mi primer gran maestro, Antonio Díaz Zamora. Con él aprendí a amar la palabra, pero fue el cuerpo del actor el que me reveló el lenguaje que hoy sigo explorando: el gesto como verdad.
Desde entonces, he recorrido más de tres décadas dedicándome a la pedagogía teatral, combinando la dirección, la docencia y la creación de espacios formativos que conectan la técnica con la sensibilidad.
Fui fundadora del Laboratorio Escénico de Valencia, donde di vida a L.I.A.M. (Laboratorio Internacional del Actor en Movimiento), una formación profesional inspirada en la pedagogía de Jacques Lecoq, centrada en el cuerpo como punto de partida para llegar al texto, al personaje y al símbolo.
He impartido clases, talleres y dirigido creaciones en escuelas de Valencia y Madrid, como OFF Artes Escénicas, La Caja del Arte, Acción Escena, la Escuela Internacional del Gesto o la Escuela Municipal de Teatro de Aldaia. También he dirigido y adaptado obras como La Casa Silenciada, Fando y Lis y Hotel Arkadia.
Pero fue en la confluencia entre el teatro y la psicología humanista donde encontré un lenguaje propio. Así nació La Teatrocepción, una síntesis viva entre la escena y la conciencia, el cuerpo y la emoción, el juego y la verdad.
Creo en el arte como camino, en el cuerpo como guía y en la escena como lugar de verdad.
Mi misión es acompañar a personas y grupos a recuperar su voz expresiva, su verdad encarnada y su poder creador, desde un lugar ritual, profundo y vivencial.
Ser consciente de lo que te ocurre ya es tener el deseo de encontrar una solución
Hoy me defino como guía de procesos artísticos y vitales. Integro la disciplina teatral con la psicología humanista (Gestalt). Procesos donde la escena se convierte en espejo, en un espacio de presencia, expresión, sentido, juego, rito de transformación.
Acompaño a personas y grupos en procesos de creación y autoconocimiento.
Teatrocepción no es “terapia con teatro” ni “teatro terapéutico” en el sentido clásico. Es una experiencia vivencial donde el cuerpo escénico se convierte en espacio de revelación. Aquí el gesto no es forma, es contenido; y la emoción no es interpretada, es encarnada.



La Teatrocepción busca permitir que el cuerpo vuelva a ser casa, el gesto vuelva a ser puente, y la escena, un espejo de lo que aún necesita ser dicho.
En este método, lo artístico y lo terapéutico no se superponen, sino que se fecundan mutuamente. Como decía Lecoq:
“El cuerpo tiene razones que el texto ignora.”
Y como diría Perls:
“El cuerpo siempre tiene razón, pero a veces no lo escuchamos.”


En las sesiones de trabajo/terapia, pasamos de lo externo a lo interno sin apenas darnos cuenta.
Presto especial atención a la capacidad de observación y escucha de la persona. Escuchar con todo el cuerpo en el aquí y en el ahora. De ahí vienen todas las resistencias. Del D.N.I de su cuerpo que ha impreso sus emociones y vivencias en forma de tensiones.
Antes de cualquier movimiento observo el esquema corporal de la persona y su capacidad propioceptiva. Deseo inculcar esta nueva consciencia o nueva naturaleza.


Investigo en torno a la implicación del cuerpo como contenedor emocional y propongo un viaje de fuera a dentro (teatro), y también de dentro a fuera (gestalt). Desde el trabajo con la respiración y cómo ésta transforma y enriquece al movimiento y sus dinámicas, hacia lo más externo que tenemos, nuestro cuerpo y su energía en movimiento por el espacio.
Cualquier discurso es una necesidad del cuerpo, es una urgencia del movimiento. Un resultado del gesto.
«Decía Perls con cierto humor que una persona entra en la terapia con un montón de personajes, vivos y muertos, sobre los hombros, y que en el proceso terapéutico no es sino ir sacando de la sala, uno por uno, a cada personaje ( su padre, su hermano, su amigo, su profesor, etc…) hasta que la persona se encuentran por fin consigo misma y deja de sentir la necesidad de manipular su biografía y su historia como medio de mantener su neurosis».
F. Peñarrubia
REFERENTES
Jaques Copeau pretendía que sus alumnos alcanzaran el desarrollo de sus cuerpos conforme al crecimiento interior de estos. Buscaba la naturalidad, no el naturalismo.»En su práctica subyace la búsqueda del «impulso vital»del filósofo Henry Bergson, optando por lo intuitivo, en contra de lo empírico y racional, al servicio del progreso humano».
Dicen de mi trabajo

Dirección
C. Eugenio Caxes 5,Usera, 28026 Madrid

Contacto
Más información
© 2025 [Olga Peris. Teatrocepción]