Soy pedagoga, directora, actriz e investigadora teatral. En un contexto humanista, el de la psicología Gestalt, investigo en un Laboratorio Escénico Permanente, para contar historias que transformen y conmuevan. Desde las personales a las artísticas o de lo teatral a la vida.
Todo está conectado, lo que cambia es la mirada.
Trabaja tu imaginación para proyectar la creatividad jugando como un/una niñ@
Me licencio en la Escuela Superior de Arte Dramático de Valencia y allí conozco a mi primer maestro, Antonio Díaz Zamora, con el que aprendí a entender y amar las palabras. Él sembró la semilla del camino hacia la docencia. Curso un año pedagógico en donde realizo mis primeras prácticas como profesora de teatro, y desde ese instante entiendo que en el cuerpo del actor/actriz se hallan las respuestas que la teoría nunca me pudo dar. Desde entonces, no he parado de trabajar desde la pedagogía teatral, incluso dirigiendo escénicamente proyectos propios y por encargo.En Valencia, comienzo trabajando en la escuela Off Artes Escénicas, en donde formo parte del equipo pedagógico de la diplomatura e imparto cursos regulares de Interpretación.
Fundo el Laboratorio Escénico de Valencia. Y dentro de este proyecto de escuela de Artes Escénicas, creo una formación profesional, L.I.A.M (Laboratorio Internacional del Actor en Movimiento), con el objetivo de compartir mi pedagogía teatral, fruto de una profunda investigación inspirada en la pedagogía de Jaques Lecoq. Abro así una vía original de acercamiento al texto dramático dónde parto del cuerpo del actor y sus leyes de movimiento. Orgullosa de este trabajo, formo en sus inicios a actores y actrices que hoy en día siguen en activo desarrollando diferentes actividades en el campo escénico.
Ser consciente de lo que te ocurre en escena ya es tener el deseo de encontrar una solución
En el año 2010 me traslado a Madrid y sigo formándome en la escuela de Maria del Mar Navarro y Andrés Hernández, hecho que marca un giro sustancial en mi forma de enseñar a hacer teatro. Durante esos años sigo impartiendo talleres y seminarios, llevo asesorías de movimiento o dirijo muestras de creación de mis alumnos. A raíz de mi hacer docente, se crean diferentes grupos de teatro que estrenan mis adaptaciones de obras como “La Casa Silenciada”, “Fando y Lis” u “Hotel Arkadia”.
Trabajo como profesora de Interpretación en varias escuelas referentes de Madrid y Valencia, como La Caja del Arte, La Escuela Municipal de Teatro de Aldaia, Escuela Internacional del gesto y Acción Escena.
Después de más de treinta años de experiencia como profesora de teatro, sigo siendo un Laboratorio Escénico Permanente, sigo creyendo en la palabra «laboratorio » de mi primer proyecto y en la necesidad vocacional de reivindicación del arte escénico como poseedor de un carácter de convención anti-ilusionista. Me mueve diariamente el rechazo de la dictadura del texto dramático como única vía y axioma representacional del acto creativo.
La directriz en el Laboratorio de Investigación cambia según lo que estudie en el momento, pero, en esencia siempre es la misma: acercar a las enseñanzas de arte dramático una nueva línea formativa, la del creador@. Un@ creador@ de su propia dramaturgia corporal y textual, así como un@ creador@ que aprenda a elegir si es intérprete, director@ o escritor@ de una manera orgánica e intuitiva. Pero lo más importante, productiva, autónoma y creativa.
“Como profesora diré una cosa que para mí no es fruto de la modestia; sino una evidencia. No soy una autoridad en materia de conductismo ni de semántica, no soy erudita, filósofa ni psiquiatra, y para ser sincera me dan miedo las personas que presumen de enseñar a actuar mientras se zambullen en ámbitos de la vida de los actores que no tienen cabida en el escenario o en el aula. Enseño la interpretación tal y como la enfoco: a partir de los problemas humanos y técnicos que he experimentado en la vida y en la práctica”.
Ser creador@ no deja de ser una aventura heroica
Actualmente, me estoy formando en psicología Gestalt para seguir investigando en la naturaleza humana. Sigo formando y formándome en un Laboratorio Permanente.
En Movimiento constante.
Como la vida.
Lecoq, en su libro “El cuerpo poético” dice:
“En mi pedagogía, siempre he privilegiado el mundo exterior frente al interior. La búsqueda de uno mismo, de sus estados de ánimo, no tiene mucho interés en nuestro trabajo. El “yo” está de más. Hay que observar cómo se mueven los seres y las cosas y cómo se reflejan en nosotros.”
El “yo” por lo tanto, no está de más, sino que es el primer cometido del o la alumn@ en mis clases. Trabajar por dentro y desde fuera para reconocer sus talentos y resistencias. Observarse y observar el mundo para tener una visión propia de éste y de la sociedad en la que vivimos.
Mi línea de trabajo pedagógico sigue este apunte, aunque considero importante que antes, el alumno debe conocer cómo se mueve y de qué material psico-físico dispone. Es decir, que debe tener como material de cultivo, conocimiento de sí mismo, tanto interno como externo.
Decía Huta Hagen: “Hemos de partir de la vida para crear la realidad de nuestra nueva vida en el escenario. Lo que surge es un reflejo de nuestra visión, de nuestro punto de vista y nuestro poder de selección es lo que mide nuestra capacidad artística”.
En mi pedagogía pasamos de lo externo a lo interno sin apenas darnos cuenta. Desde el autoconocimiento y análisis de uno mismo, hasta el desarrollo de la observación del mundo que nos rodea y sus dinámicas de movimiento como herramienta de juego. El futuro actor o actriz, experimentará un viaje pedagógico para poder encarnar los diferentes personajes que abordará a lo largo de su viaje personal. Desde la aceptación y el espíritu crítico. Desde el trabajo en equipo y el respeto por el oficio.
«Yo no rebusco en los recuerdos psicológicos profundos una fuente de creación, en la cual “el grito de vida se confundiría con el grito de la ilusión. Prefiero mantener esa distancia en el juego entre el personaje y yo. Me permite actuarlo mejor.”
Un juego desde lo externo en reacción interna constante.
El alumno descubre en la utilización de la “acción física”, el medio que le permite acceder a sus dificultades para articularse con la técnica en la estructura de la “acción dramática”. Aprende a seleccionar y organizar su trabajo, a dotarlo de significación tanto en el análisis de la acción como en la creación de la partitura de movimientos.
“Los actores interpretan mal los textos que les conciernen demasiado. Tienen una especie de voz blanca porque se apropian de una parte del texto para ello, sin poder dársela al público. Creer o identificarse no es suficiente, hay que actuar.” (Para que pueda revelarse su alma y, por lo tanto, su nivel artístico).
En las clases presto especial atención a la capacidad de observación y escucha del participante. Escuchar con todo el cuerpo en el aquí y en el ahora. De ahí vienen todas las resistencias. Del D.N.I de su cuerpo que ha impreso sus emociones y vivencias en forma de tensiones.
Antes de cualquier movimiento debemos repasar nuestro esquema corporal y borrar toda tensión que bloquea. Deseo inculcar esta nueva consciencia o nueva naturaleza. Hacer crecer a esa nueva persona que renace «aprendiendo-se» para así crear nuevas naturalezas extraídas del estudio de las dinámicas de otras. En un contexto seguro, crítico y empático «jugamos en serio» a ser otros y a vivir historias creadas por tod@s.
Mi método pedagógico nace de la necesidad de enseñar al futuro actor/actriz, a buscar (recordar) la dinámica orgánica del niño cuando juega, como base de cualquier acción artística.
Creo en un teatro físico que no excluya al texto, sino que también nazca de ahí. Un teatro creado desde la organicidad y la musicalidad del movimiento a través de la poética de las palabras o la poética del cuerpo humano.
Investigo en torno a la implicación del cuerpo como elemento sensible en el juego teatral. Trabajo desde el nivel pre-expresivo de la máscara neutra, hasta el estudio de las leyes del movimiento de cada estilo, pasando por textos clásicos que ejemplifican el recorrido pedagógico. Propongo al alumnado un viaje de fuera a dentro, pero también de dentro a fuera. Desde el trabajo con la respiración y cómo ésta transforma y enriquece al movimiento y sus dinámicas, hacia lo más externo que tenemos, nuestro cuerpo y su energía en movimiento por el espacio. Lo último en mi pedagogía es la palabra y el discurso, siempre en convivencia con lo más interno.
Creo en un teatro que si bien se nutre del texto dramático, aborda la construcción del personaje desde el trabajo de creación corporal y gestual del actor/actriz. Cualquier texto es una necesidad del cuerpo, es una urgencia del movimiento. Un resultado del gesto.
Llevo formando a actrices y actores desde hace más de veinte años y cada día me apasiona más el descubrimiento del talento con el que cada uno ha nacido. Unas veces ha sido la escritura, la pintura o la danza, pero en la mayoría de los casos fue la actuación. Siempre confiando en el proceso de equipo como generador de hallazgos y conflictos que ayudan a dar luz en el proceso de creación de una historia.
REFERENTES
Jaques Copeau llegó a decir: «Si la existencia de mi teatro llegara al punto de ser incompatible con mis ideales, pondría final al asunto«.
Copeau pretendía que sus alumnos alcanzaran el desarrollo de sus cuerpos conforme al crecimiento interior de estos. Buscaba la naturalidad, no el naturalismo.»En su práctica subyace la búsqueda del «impulso vital»del filósofo Henry Bergson, optando por lo intuitivo, en contra de lo empírico y racional, al servicio del progreso humano». El director buscaba su propio camino»aquel que partiría de algún punto entre la gimnasia y el juego, desde el cuerpo neutro». Copeau ya sabía que la clave era partir de un estado de calma y pureza, un estado natural que evolucionaría hasta la expresión de los distintos estados.
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